Lat den ratte komma in

Deseaba, con todas mis fuerzas, ver una buena película que mi hiciera soñar, y contra todo pronóstico, mi deseo se hizo realidad.









"Lat den ratte komma" es la historia de Oskar, un niño de 12 años que es abusado física y psicológicamente por sus compañeros de colegio, lo que lo ha convertido en un ser tímido y retraído. No obstante, su vida da un giro de 360 grados cuando conce a su nueva vecina, Eli, una niña de increíbles ojos verdes y cabello castaño, que esconde un gran secreto tras su enigmática sonrisa.

Del director, Tomas Alfredson, nos llega directo desde Suecia una de las películas que a mi juicio, enaltece más el mítico tema del vampirismo. Hay que ser honestos y decir que últimamente los "vampis" están de moda. Desde las versiones endulcoradas y poco creíbles que Stephanie Meyer creó para su saga de Twilight, hasta los siempre seductores chupasangre que conocimos de la mano de Anne Rice. Mucho se ha dicho y mucho se ha filmado en el género. No obstante, entre todas aquellas historias que hemos podido ver y leer (incluída la maravillosa versión del Drácula de Stoker por Francis Ford Coppola), "Lat den ratte komma", se muestra como un desconcertante cuento de hadas, donde caben todos los sentimientos imaginables: desde la más absoluta de las ternuras hasta el más desquiciante y agudo de los horrores. Desde la necesidad infatil de clamar venganza hasta la dulzura arrolladora del primer "te amo" sincero.

Y es que hay que decirlo con todas y cada una de sus letras: "Lat den ratte komma" es una historia de amor con vampiros incluídos. Pero no ese amor tan ñoño que hoy por hoy tiene vueltas locas a todas las adolescentes del planeta. Aquí no hay un vampi estilo Cullen montado en un Volvo último modelo. No, aquí el concepto del vampiro es mucho más simple, y por ello más real. Hay una verdadera relación entre lo monstruoso y lo angelical. Una delgada pero muy visible línea entre lo que es correcto y lo que resulta totalmente inadmisible. Y entre esa línea tan delgadita se mueven los sentimientos del pequeño Oskar, que a toda costa trata de que el amor que siente por Eli sea superior a su miedo.

De verdad, si tienen la oportunidad de ver esta película, no lo duden. Aviso que los planos de secuencia son largos, que los diálogos son un tanto escuetos y que si lo que espean es ver sangre al por mayor, no la van a encontrar (¡gracias a Dios!), pero todo eso se compensa con las excelentes actuaciones de los niños, con la fotografia tan espectacularmente lograda, con el guión magistralmente escrito y con la dirección tan implecable del director, que sin lugar a dudas, puso mucho corazón en cada plano de su historia.

Sin temor a equivocarme, mi peli favorita de este género, porque esto si es amor vampírico puro y real, y no tonterías como... bueno... ya sabemos como cuales.

¡Saludos!